por Luis Ceballos Bisamon

Los Justos de las Naciones, es una expresión propia del judaísmo empleada para referirse al conjunto de personas de confesión no judía o extranjeros que merecen consideración y respeto por observar una conducta moral acorde con los Siete preceptos de las naciones. Luego de la constitución del Estado de Israel, esta expresión pasó a designar de manera oficial a un programa de reconocimiento y distinción aprobado mediante una ley dictada por el Parlamento israelí en el año de 1953.
Yad Vashem, es la institución creada para honrar a las víctimas y los héroes del Holocausto nazi, y cumple con el objetivo de rendir honor a aquellas personas que sin ser de confesión o poseer ascendencia judía brindaron apoyo de manera altruista a las víctimas que por su condición de judíos, comunistas o gitanos vivieron la persecución emprendida por el régimen del Tercer Reich alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Estas personas el dia de hoy reciben el título de «Justo de las Naciones» que se les otorga en nombre del Estado de Israel y del «pueblo judío», su nombre deriva de una frase del Talmud que de alguna manera simboliza la fe en la Humanidad:
«Quien salva una vida salva al Mundo entero». Mishná 4:5
Un total de 27.362 personas procedentes de 51 países distintos han sido declaradas «Justas de las Naciones» siendo sus nombres registrados por Yad Vashem en el «Muro de Honor del Jardín de los Justos» en Jerusalén.
Valores judeo cristianos hicieron la diferencia
Los habitantes de una pequeña comarca francesa llamada Le Chambon-sur-Lignon simplemente “hicieron lo que sentían que había que hacer”, y de esta forma se refieren a la hazaña cuando la rememoramos el día de hoy.
Esta comunidad de cristianos protestantes franceses logró salvar a cientos de judíos de caer en las terribles manos del nazismo durante la II Guerra Mundial en la Francia ocupada. Los habitantes de esta aislada comarca de las Cevenas, acogieron a los refugiados y víctimas de la guerra sin hacer distingo de ideologías o credos dando una grandiosa muestra de humanidad que sería reconocida por el mundo entero.
El historiador Mario Escobar recogerá en su novela << Los niños de la estrella amarilla>> la singular ayuda de los cristianos protestantes que liderados por el pastor André Trocmé y su esposa Magda, encabezaron un movimiento de resistencia pacífica contra los nazis que terminó por salvar muchas vidas.
Fueron los valores del protestantismo en defensa del individuo y de la libertad de conciencia quienes guiaron los pasos de los aldeanos de esta región escondida para lograr su valiente obra. Los protestantes franceses sufrieron la persecución y el exilio durante buena parte del siglo XVIII y con ello desarrollaron una gran sensibilidad hacia todos los perseguidos que pervive el día de hoy. Mientras francia era dominada por el régimen colaboracionista de Vichy, miles de ciudadanos apoyaron la ocupación alemana y otros millones miraron hacia otro lado ante la deportación de los judíos, el pastor André Trocmé, y sus feligreses decidieron hacer la diferencia.
En el años 2004, el presidente frances Jacques Chirac calificó a Le Chambon-Sur-Lignon como “la conciencia del país” por mantenerse fiel a los valores de la República desafiando todos los peligros que representaban los nazis. El escritor Mario Escobar en sus trabajos de investigación histórica hace una importante reflexión sobre la lección de fraternidad del pastor Trocmé y los habitantes de Le Chambon-sur-Lignon y alerta sobre los peligros de la intolerancia en la sociedad actual donde va en aumento el racismo y el antisemitismo sobretodo en Europa .
fuente:
- Los niños de la estrella amarilla, Mario Escobar.
- Los héroes de Le Chambon-sur-Lignon: el pueblo que salvó a miles de niños judíos, ANA BELÉN GARCÍA FLORES
- Los justos entre las naciones, Wikipedia.